Resultados

Resultados con impacto real

En Fundación IBO medimos, aprendemos y mejoramos. Sabemos que cada gesto cuenta, y por eso compartimos contigo los resultados de nuestro trabajo. Aquí encontrarás datos, indicadores y experiencias que muestran cómo nuestros proyectos con impacto social transforman vidas en la isla de Ibo.

Resultados medibles

Porque creemos en un modelo de desarrollo basado en evidencia, cada proyecto que impulsamos incluye una evaluación constante y el seguimiento de indicadores de impacto que nos permiten saber qué está funcionando y qué podemos mejorar.

Niños atendidos
+ 0
Personas formadas
+ 0
Infraestructuras rehabilitadas
0
Proyectos con continuidad
0 %

ONG Transparente. Nuestra forma de trabajar

Fundación IBO es una ONG transparente: publicamos nuestras cuentas, informes de auditoría y memorias anuales.
Nos comprometemos a gestionar cada recurso con responsabilidad y a informar con claridad sobre cada paso que damos.

Historias reales detrás de los datos

Detrás de cada número hay una persona. Te invitamos a conocer algunas de las voces que dan sentido a los datos.

Maujudo

Maujudo tiene 51 años y es natural de Ibo.
Está casado y es padre de tres hijos: una hija de 27 años y dos hijos de 17 y 16 años.
Su hija mayor está casada y también vive en Ibo: ¡Maujudo ya es abuelo de una niña y dos niños!
Uno de los hijos está en la universidad en Pemba, el menor en la escuela secundaria de Ibo.
En junio de 2008 empezó a trabajar con la Fundación, ocupándose del mantenimiento del barco de entonces: el MaiMai. Luego ayudó en la construcción de los edificios de la Casa Mwani, después en el edificio CANI y en la rehabilitación de la Iglesia de San Juan Bautista.
Ha estado con nosotros en Umbila Carpentry y es uno de nuestros maestros carpinteros, ayudando en la formación de aprendices y en las obras que hacemos.
 
Cuando no trabaja, ayuda a su mujer en pequeños negocios de venta de productos y en la granja familiar. También va a la mezquita.
Le gusta pasar tiempo en casa con su familia y dice que la época de salir de fiesta ya pasó: ¡51 años dan para mucho!
 
Antes de trabajar con la Fundación, Maujudo era pescador. Dice que echa de menos la pesca, pero que disfruta más con su trabajo de carpintero. Como vive en Ibo, ¡nunca le falta mar!

Paula

Paula Coelho, tiene 49 años, y es natural de Pacos de Ferreira (Portugal).
Dejó la casa de sus padres a los 18 años para ir a la universidad. Ejerció su carrera (Lenguas Modernas y Literatura -portugués e inglés) como profesora durante algún tiempo en Portugal, hasta que decidió que quería ver qué más había ahí fuera para ella.
Cuando tenía 35 años, decidió trabajar como voluntaria en un orfanato durante un año y acabó en Quelimane, Mozambique. En Mozambique ha ejercido distintos tipos de trabajo hasta ahora que ejerce de coordinadora de proyectos para Fundación Ibo.
Siempre quiso vivir en África.  Dicen que los visitantes se enamoran de su primer país fuera de “casa” y ella lo hizo. África y Mozambique se convirtieron en su segundo hogar.
Tiene fama de ser muy conversadora y curiosa con la gente y las culturas. La fotografía y la lectura son algunas de sus aficiones favoritas. Le encanta viajar y tiene una conocida y eterna pasión por el mar. Le gusta nadar, hacer snorkel y bucear: barcos e islas y aventuras acuáticas. Tiene la suerte de poder decir que le encanta pasar tiempo con sus amigos: tiene amigos increíbles.